Puntúe del 1 al 5 el blog

sábado, 4 de febrero de 2012

Pelusín, mi vida, nunca te olvidaré...

Mi pequeño Pelusín... hace poco más de un mes que te has ido, y ya te echo de menos como si llevara años sin verte... Pensar en no volver a tocar tu suave pelo, en que no me vas a poder lamer las manos como te gustaba nunca más, en verte dormido en tu preciosa ruedita... Me rompe el corazón.

Cuando viniste a mi casa, eras tan chiquitín... Fuiste toda una sorpresa. Cuando mis padres me dijeron que íbamos a adoptar un hámster, estaba tan ilusionada... A la hora de cogerte, tú viniste hacia mí, y no dudé un instante en elegirte..

No sabías andar en la rueda, y después de dos meses en casa, logré enseñarte, así que para el verano te compré una rueda grande donde pudieras correr a gusto. Y te encantó, te dormías en ella agotado de correr...

Fuiste buenísimo desde el primer momento, al principio mordías, pero sé que te estabas acostumbrando y que puede que te diera miedo, pero aun así te hiciste querer enseguida, con tus carreras y esa carita tierna que tenías...

Pasó un año sin novedades, aparte de tu pequeña alopecia en la barriguita, y en verano de este año te descubrí una pequeña heridita... Quiero que sepas que aunque puede que te pusiera nervioso con tantos veterinarios y tanta cura, lo hacía por tu bien... Esa heridita acabó haciendose muy grande, y las curas, que hasta hoy mantuvimos mi madre y yo no sirvieron de mucho...

El quesito te encantaba, lo mismo que el brócoli... Y correr en tu tupper casa gigante...

Con todo esto, quiero decirte que te quiero muchísimo y siempre estarás en mi corazón, porque has sido el mejor amigo que se puede tener... Y te digo adiós, pero no un adios para siempre, si no hasta que un día nos volvamos a ver....

Espero que estés a gusto allí arriba...

Te quiero, Pelusín.

5 de abril de 2010 - 28 de diciembre de 2011